Liderazgo Equipos

Durante la pandemia todo el mundo sacó de la chistera algo que aportar, pequeño o grande, y yo no iba a ser menos. Tuve la responsabilidad de mantener informados, tranquilos y motivados a mi equipo de 9 personas a través de una herramienta que hasta ese momento, habíamos utilizado excepcionalmente para reuniones internacionales: la videollamada. Además, todo mi equipo estaba en ERTE, así que fue algo totalmente voluntario, pero que nos sirvió para darnos ánimos, no dejar morir los proyectos que teníamos entre manos y pensar en nuevas posibilidades que nos iba a dar la situación que estábamos viviendo. Y también, en muchos momentos, pasar un buen rato.

En cada uno de los proyectos que he liderado, he estructurado la parte humana del modo más sencillo posible: valores y principios compartidos, misión u objetivo estratégico y desgranar los pasos al máximo en pos de facilitar su ejecución con éxito. A veces he tardado más y otras muy poco (sobre todo en proyectos que parten de 0) pero siempre he conseguido encauzar la motivación de cada miembro de mi equipo hacia el avance y los resultados llegan como consecuencia de ello.

Además, me he nutrido de las últimas tecnologías para poder evaluar el avance de cada proyecto, con aplicaciones agile para equipos proyecto como Trello o Jira. Apoyadas con otras que aportan, tras trabajarlos, los datos útiles para ello, como Data Studio o Power BI. Todo esto aderezado con una buena animación personal e individualizada, que normalmente he formalizado en períodos regulares para poder hacer un buen seguimiento del grado de consecución aportado de cada miembro del equipo.